Esta es la segunda entrada de una serie en la que el arquitecto Elias Logan nos habla de su viaje realizando escaneados láser por Europa. Puede leer la primera entrada aquí.
Tras la presentación del proyecto, ha llegado el momento de contar cómo van las cosas por el extranjero. Aunque ahora estoy ya algo más al sur (y de nuevo conduciendo por la derecha de la carretera) en Francia, voy a hablar aquí de mis primeras cuatro semanas de investigación itinerante por las islas, las tierras altas y las tierras bajas de Escocia. Las lecciones aprendidas en estos primeros días han sido fundamentales para la comprensión y la ejecución de la investigación.
El BLK360 colabora con las palas y los drones en Ness of Brodgar
Estar en el yacimiento del pueblo neolítico del Ness of Brodgar me dio la oportunidad de aprender del creador de modelos 3D de la excavación, Jim Bright, y del gurú de la imagen aérea y digital Scott Pike. Sus conocimientos sobre distintos métodos de captura de la realidad —fotogrametría y fotografía con drones, respectivamente—, pese a sus diferencias con el flujo de trabajo de escaneado láser del BLK360, fueron fundamentales para establecer las prácticas recomendadas para realizar unos escaneados exhaustivos y para su manipulación una vez transferidos al ordenador. Creo que ellos y el director del yacimiento, Nick Card, llegaron a sentir un poquito de envidia de que un novato como yo fuera de un lado a otro con un dispositivo portátil tan eficaz como el BLK360.
No obstante, sentí que me había ganado el sustento durante aquellas dos semanas dedicando tantas extenuantes horas a cavar con el pico y la pala diversos estratos del terreno como a trabajar con el BLK360. Tanto a mi compañera, Emily Kruse, como a mí, se nos encargó la tarea de excavar una esquina de la “Zanja T” con la esperanza de que apareciera un supuesto ortostato (una piedra vertical) paralelo a otro ya expuesto que podría señalar la entrada a la monumental estructura de la zanja. Lamentablemente, el bloque vertical esperado no apareció, pero el proceso nos regaló algunas perlas de conocimiento en el debate sobre la relación entre el arquitecto y el arqueólogo.
El escaneado láser ayuda a aclarar las confusas diferencias entre el arqueólogo y el arquitecto
El comentario de la directora de excavación de la Zanja T, Cristina Santisteban, de que “la arquitectura tiene que ver con la construcción, mientras que la arqueología trata sobre la destrucción” pone de relieve una distinción relativamente clara que se volvió aún más convincente al observar la autoridad con la que cavaba en la superficie de algunos puntos del yacimiento que nosotros apenas nos habíamos atrevido a arañar levemente. Su observación se fue ampliando y matizando en la conversación posterior: la destrucción del arqueólogo es, por supuesto, tan sistemática e intencionada como el proceso de diseño y construcción del arquitecto.
De hecho, ambos aplican el mismo rigor a imaginar lo desconocido, aunque en diferentes direcciones en el tiempo. La arqueología deduce datos sobre los habitantes de una estructura del pasado, mientras que la arquitectura determina la configuración ideal de una estructura que se va a construir en el futuro.
Aunque hay que hacer muchas distinciones disciplinarias entre la arquitectura y la arqueología, los dos campos se dan cita en el neblinoso terreno intermedio de la interpretación. Yo diría que las herramientas para aclarar esta niebla metafórica (he aprendido de uno de nuestros anfitriones escoceses que hay muchos tipos de niebla real) son la representación, la escritura, el dibujo y, como demuestra nuestro amigo el BLK, el escaneado 3D.
En este aspecto, el equipo que trabajaba en Ness tuvo la generosidad de permitirme crear escaneados detallados de dos estructuras totalmente excavadas (~ 12 configuraciones cada una) y un escaneado aproximado de una zanja completa (25 configuraciones). En las horas que me dejaba libre la tarea de cavar, también conseguí capturar escaneados de varias estructuras neolíticas y de la Edad de Bronce adicionales en el puñado de yacimientos de Orkney. Para decidir cuáles de las muchas posibles estructuras de la isla debía escanear, elaboré un conjunto de criterios:
Criterios de escaneado de Elias Logan
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La composición: el yacimiento debía componerse fundamentalmente de piedras.
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El derrumbe: el yacimiento debía estar en ruinas o incompleto.
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Los documentos de construcción: en el emplazamiento no debía haber evidencias de ninguna representación que precediera a la construcción (por ejemplo, planos de construcción).
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La conciencia: como añadido al criterio sobre los documentos de construcción, el emplazamiento debía ser anterior a la revolución en el método y el valor de la representación arquitectónica que se produjo durante el Renacimiento (aproximadamente anterior a los siglos XIV o XV dependiendo de la región de Europa en la que se esté).
Ya en tierra firme escocesa, apliqué estos criterios (junto con mis restricciones de tiempo y de viaje) a la interminable lista de posibles estructuras, lo que dio lugar a otros cinco escaneados de estructuras parciales y completas. Entre ellas destaca una rara cámara funeraria similar al cairn de Clava del periodo central de la Edad de Bronce (~2000 a.C.). Aunque comparte algo de su designación tipológica con las estructuras cubiertas de tierra de yacimientos neolíticos como las cámaras funerarias del cairn de Cuween Hill (un emplazamiento de escaneado anterior situado en Orkney), el cairn con cámaras funerarias de Corrimony, posterior, tiene una planta y una composición diferentes; una única cámara central con ménsulas está rodeada de un montículo considerable de rocas erosionadas por el agua y del tamaño aproximado de pelotas de goma. Aunque hay varios ejemplos más en el área del lago Ness, Corrimony es el mejor conservado, ya que solo le falta la cubierta superior.
Escanear la estructura planteaba varios desafíos. En primer lugar, la captura de 360 grados realizada por el BLK360 significa que capturar el exterior de objetos redondos es algo complicado. Mientras que solo hizo falta un escaneado de 360 para capturar el interior, la forma circular necesitó escaneados desde muchos más ángulos y posiciones para capturar toda la estructura.
En este caso usé como guía un anillo de 11 piedras verticales situadas alrededor de la estructura ejecutando una configuración entre piedra y piedra. En los escaneados recopilados resultantes, el túmulo aparece rodeado de los campos y bosques circundantes, que se ven con tanto detalle como los miles de rocas que recubren el cairn (una prueba de la gran resolución del BLK).
Si la forma relativamente contenida de Corrimony permitía generar un escaneado razonablemente completo, mi primera experiencia de escaneado de un castillo puso de relieve un resultado interesante de la investigación: los pasos posteriores al uso del BLK360.
Por su impresionante escala, su ubicación fortificada frente a un lago y mis propias limitaciones temporales, el castillo de Kilchurn solo se capturó parcialmente. Sí se documentó en su totalidad la torreta en ruinas de la estructura. Al haberse derrumbado sobre el patio principal del castillo, su posición invertida permite entender fácilmente su estructura con ménsulas. En una iteración inversa de las cámaras de los túmulos de Cuween Hill y Corrimony, donde las ménsulas se usaron para crear una estructura de techo escalonada hacia dentro con piedras más pequeñas en lugar de una única roca tabular, aquí el método hace lo contrario: escalonar hacia fuera para crear una estancia voladiza desde la que se puede observar el paisaje.
Seguro que habrá más momentos esclarecedores y nuevos presagios cuando repase las seis semanas siguientes en Inglaterra en la próxima entrada. Siga atento a las próximas entregas (¡y a las torretas que se derrumban!).
